Voces de Colombia

Siete poemas de Karla Jazmín Arango

POZOS

 

Lanzar el anhelo

al fondo de lo desconocido

y esperar que el misterio responda,

con esqueleto y piel

bandera en la montaña

o con las llaves del mundo.

 

Buscarnos incansablemente

en lo intocable,

en lo inaudible,

en lo invisible

en lo insondable…

 

Dejar que el azar responda

y creer por una fracción de minuto, que sí,

que lo tenemos controlado,

que somos amos y señores de nuestros deseos.

 

 

PUNTO FINAL

 

¿En qué estás pensando?

¿En qué punto de tu dedo deslizante

guardas el miedo y el anhelo?

 

Levanto mi mirada

ahora los caracteres son nubes

flores de borrachero…

y mis ojos acechando la próxima palabra,

con la creencia absurda de que es posible

ponerle punto final a un poema

 

  

LABERINTOS

 

Estoy mirando mi cerebro

yo, minotauro

yo, mujer de vereda

sentada en las escalas de un barrio popular

yo, sombra

corriendo dentro del reflejo de un vitral

en una catedral desconocida

yo, tanteando las paredes de las sílabas

con los ojos cerrados

yo, suspiro obnubilado

mirando un muro.

 

Este arquetipo de múltiples pasillos.

De izquierda a derecha

me encuentro con un nombre.

De derecha a izquierda

una noche oscura

besa en la boca a la luz.

 

Entre alfa y omega me extiendo como un hilo

que se encuentra a sí mismo en cada avance y retroceso.

 

En el centro siempre está Dios

soñando que dibuja rayuelas

para intuir un cielo hecho de tiza

y hacer reír a la lluvia.

 

Una historia

un lapsus

un recuerdo con siete narrativas

la imagen de una niña hundiéndose en el agua

una crisis de angustia

un beso en una esquina…

un poema también puede ser un laberinto

…el laberinto también puede ser un poema.

 

 

¿QUIÉN SE ATREVE A SACAR UNA ESTRELLA DE LA CASA?

 

A veces me pongo en cuclillas

para observar cómo juegas

con tus big bang improvisados.

 

Creyéndote sin testigos,

lanzas las olas contra el suelo

sin intuir que acabas de inventar la luz.

 

Encerrado dentro de tu propia sed

no sabes qué hacer

con esa madeja de rayos en la garganta.

 

 Súbete a mi sombra

pasaremos debajo de las puertas

para acortar las distancias

entre el mundo y nuestros pies.

 

                          pierde el miedo a la sequía

                                       este sol es de agua.

 

 

CUESTIÓN DE TIEMPO

 

Llegará el día en que despertar

tendrá simplemente la cara del sol.

Los días serán solo luz con licencia para sombras

y las noches solo oscuridades luminosas.

 

Instantes, minutos y horas

serán solo palabras.

 

Todo parecerá tan lejos y tan cerca,

que ser y estar por fin serán lo mismo.

 

Ese día en el que los calendarios

serán solo papeles,

y las fechas conceptos etéreos

sonreiremos o tal vez lloraremos

-No lo sé-

por haber sido tan ilusos de creer

que el tiempo cabía en un reloj. 

 

 

XVIII

 

Escribo la niebla

desde una altura indeterminada

como indeterminado es todo.

 

En mí habita el reino de la imaginación

el espejo que es boca

la habitación de las llaves

las puertas que cambian de tamaño

y la osadía del intento.

 

No podrás acceder a los terrenos del alma

sin revolcarte conmigo

en el umbral de la noche.

 

Antes de llegar a mí

no habrás conocido la voz del mar.

Soy las aguas mercuriales

en su estado más puro

la copa donde se derrama

la memoria del universo.

 

Y tú, tendrás que decidir

si dejarte llevar por la vida que te llama

para devolverte lo que hay de cierto en ti,

o darle la espalda

a tu vocación de astrolabio

para hacer de lo establecido tu mortaja.

 

 

UN HOMBRE Y UN EQUINOCCIO

 

Hay cosas que trascienden su naturaleza

fenómenos naturales que me acarician la mano

y me obligan a entrecerrar los ojos

para soportar el resplandor.

 

Márgenes de carne y hueso

de estación a estación

que me sumergen en la sima de lo otro

luminarias cóncavas

superficies convexas

invitaciones al salón de los espejos

punto de reconciliación con mis imágenes complejas.

 

Cómo no detenerme ante su misterio,

cómo no besar su herida que también es la mía,

cómo no querer ayudarles a abrir la jaula

para ver volar su flor.

 

Karla Jazmín Arango Restrepo. Medellín (Colombia), 1986. Escritora, poeta y editora. Sus poemas han sido publicados en diferentes antologías como La jaula se ha vuelto pájaro (2019), Mujeres en la memoria de Antioquia (2019) y El vuelo más alto (2020), y en revistas y medios nacionales e internacionales como Puesto de Combate, Revista de Sur a Sur y Revista Innombrable. En 2022 se publica su antología poética El destino de los pájaros, en la Colección Obra Abierta (Editorial Seshat). También ha participado en diversos eventos poéticos como el XXX Festival Internacional de Poesía de Medellín, el XVIII Festival Mundial de Poesía de Venezuela y el recital “Quiero decir muchísimo” de la Academia Peruana de la Lengua.

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