PRISIONERO DE GUERRA
Cuando papá volvió del combate, su alma todavía seguía en el campo de batalla. Largas horas pasó frente a la ventana adivinando helicópteros entre las nubes, escuchando rumores entre las hojas vacilantes de los árboles. Debíamos llamarlo varias veces porque sus oídos estaban sumergidos en el barro de las trincheras y ahí no le llegaban nuestras voces. Una mañana, frente al espejo, llegó a la conclusión que nosotros ya habíamos descifrado: él no era él. Y sospechando que su familia estaba en peligro, tomó un arma y acabó con su enemigo.
FIESTA
Papá golpeó a mamá en mi cuarto cumpleaños. Todos siguieron bailando. Ella quería marcharse, pero regresó por mi llanto y tomó asiento a mi lado. Un chico quiso que bailáramos. Yo estaba insegura, menstruando. Cuando volví por mamá, descubrí que no estaba. Lloré muchísimo su ausencia y mi embarazo hasta que él por fin me propuso matrimonio. La niña creció como un globo y celebramos su cuarto cumpleaños con un brindis. Ya borracho, él me golpeó ante los invitados. Estaba a punto de marcharme cuando escuché un llanto. Regresé por mi hija y salimos juntas de esa estúpida fiesta.
NAUFRAGIO
Desde el patio, donde ondeaban camisas como velas sobre el cielo azul, Carla veía cómo Alberto y Fernandito jugaban a carcajadas en la sala. Faltaban dos minutos para que la lavadora terminara el ciclo y esos instantes fueron suficientes para recordar los momentos más importantes de su matrimonio. Las sombras de medias y pantalones bajo el sol iban y venían sobre ella como si atravesara un túnel largo y oscuro de recuerdos. Pronto, todas las imágenes que emergieron de su cabeza se inundaron de dudas recientes, dudas que pesaban más que el pasado o el futuro. Una gaviota se posó sobre el alambre que flotaba de una pared a otra y Carla creyó escucharle que Alberto la engañaba con Mariana. Fue hacia el cesto de la ropa sucia y, mientras organizaba la nueva tanda, descubrió una camisa aguamarina manchada de un labial que no era suyo. Desde el otro lado del naufragio, vio cómo Alberto y Fernandito saltaban de un mueble a otro para no caer al agua. Carla sostuvo la camisa un rato entre la tormenta y después la sumergió en el océano turbio que le llegaba a los tobillos.
PASTEL
Pelanga quedó campaneando bajo una lluvia amarga. Morcilla trabajaba con la ganzúa mientras yo vigilaba con Menudencia que nadie lo viera. Como Pastelito había dicho, la puerta oxidada chirrió sin problemas y entramos en un edificio de apartamentos sin vigilantes ni portería. Solitarias y estrechas escaleras recibieron nuestros pasos. De vez en cuando, una matera vacía, un cuadro abandonado. De repente, el dulce aroma de un pastel horneándose allá arriba y, entonces, el recuerdo del primer pastel que ella hizo cuando le obsequié un horno.
—¡Abramos una repostería!
—¿Y tu trabajo?
Paredes de ladrillo se extendían por los pasillos y se cerraban sobre la pálida puerta del 503. Fue entonces cuando le confesé a qué me dedicaba… La puerta cedió como tantas otras y recordé cuántas veces lo habíamos discutido. Morcilla y Menudencia fueron por los electrodomésticos de la sala; yo fui a la cocina rememorando cuántas veces me hizo prometerle que lo dejaría, aunque esa vez, quizá por el bebé, Pastelito misma había sugerido el apartamento de su patrón. Dentro del horno descubrí un pastel con una carta; del otro lado de la ventana, la misma lluvia amarga y las sirenas de los policías.
CONTRASTE
En su camerino, una actriz de Bollywood usa una dudosa crema aclarante. Tiene lunares nuevos y sufre comezón, pero no importa si consigue la atención del público. En una aldea de Tanzania, una niña albina prefiere quedarse en casa por miedo al sol y a quienes buscan amputar su cuerpo. Desearía ser negra como los demás.
Daniel Collazos (Cali, 1996). Licenciado en Literatura. Maestrando en Creación Literaria y Narrativas Digitales. Escritor, artista visual y desarrollador de videojuegos. Ganador de la convocatoria de Estímulos del Ministerio de Culturas 2023; de los Estímulos Culturales de Cali en 2020, 2021 y 2023; de la convocatoria Jóvenes por el Cambio 2023; del XXXIII Concurso Nacional de Minicuento Rodrigo Díaz Castañeda; del III Concurso Nacional de Microcuentos de Ciencia Ficción MicroCiFi Medellín; del certamen de filminutos Urbenautas Takeshima en 2021, 2022 y 2023; primer lugar del XIX Concurso Nacional de Poesía Eduardo Carranza; XI Premio Internacional Caminos de la Libertad para Jóvenes (México); Premio Nacional de novela Ciudad de Pereira 2023; Premio Jorge Isaacs en 2018, 2020 y segundo lugar en 2022. Autor del cortometraje Huérfano, seleccionado en festivales cinematográficos de México, Perú, Brasil, Estados Unidos, Grecia, Italia y Colombia; y autor de las novelas gráficas Estado fallido y A través del Darién; y de las novelas La invasión y La nación fantasma.