Voces de Latinoamérica

Nueve textos de Lilian Elphick

Lilian Elphick

Presentamos a continuación una selección de nueve textos de la escritora chilena Lilian Elphick, de su libro Fuera de tiempo.

FRANZ

Tanto he escrito acerca de ti, mi escritor favorito, que me transformo en la próxima página, esa que espera ser descubierta por el registro del suceso y la enfermedad incurable. Peregrinaste de balneario en balneario en busca de mejores aires y tu única exhalación fue la construcción de mundos en donde el absurdo se erguía como monumento a los caídos. Por eso elegiste el trapecio para escribir y vivir siempre en las alturas, en la vacilación, a cargo de tus horas. Supiste domeñar al tiempo que dio, finalmente, un paso al costado.

Vives en todos los que deseen estar en el margen con una astilla de luz clavada en los dedos.

ANA

“Me siento como un pájaro con alas cortadas, que se tira contra los barrotes de la jaula. ¡Déjame salir!, grita una voz dentro de mí”.

 Diario de Ana Frank

 

Querida Ana: Tenías sólo 15 años en Bergen-Belsen, aquellos barracones donde repartiste el pan, infestada de piojos y cubierta sólo por una manta raída. Eras un esqueleto y seguías consiguiendo comida para las más débiles. Aún sonreías cuando viste que a tu hermana Margot se le helaba la mirada.

Escribiste un diario y yo te escribo para traerte de vuelta, sabiendo que estás demasiado lejos y que será difícil tu travesía a través de las colinas de los sueños. Desde la muerte sonríes, niña hermosa. Toma mi lapicera: borra mi huella e imprime la tuya.

No perdones ni olvides el encierro y la muerte. Todos tenemos a un pequeño Hitler girando en nuestras conciencias.

 

EL DOLOR

“Escribo porque olvido/y alguien lee porque no evoca/de manera suficiente”.

Lingüística General

Cristina Peri Rossi

 

Desde mis fragmentos y requiebres escribo, tamborileando los dedos en el intento de buscar la palabra precisa que me lleve a los confines de la tierra, donde todo es posible, y el texto se deslice como arena en los zapatos, se haga humo, se impregne de la mirada de los fugitivos que pasan caminando de un país a otro. Entonces, llega el abandono. Los atardeceres nunca serán mejores que el que ahora tiñe mis manos, dándome la historia que no tuve y el amor que no me fue concedido. 

 

SAKURA

Cuando florezcan los cerezos, mi vida, te levantarás temprano y caminarás entre las ruinas buscando tu casa, tu reloj, la carta que ya habías perdido y recobrado. Las mil grullas de papel aún esperan para echarse a volar por aires más limpios, sin el estruendo cegador, lejos del polvo y la muerte, distantes del fuego. Cuando florezcan, mi vida, esos abrazos, renacerás en cada pétalo y en cada aroma. La ceremonia será sencilla: besarás tu piel desintegrada y crearás otra forma que permita la caricia necesaria.

 

LA DIFICULTAD

“Donde el tiempo pierde todo ritmo, donde se precipita en lo abierto y vacío sin soporte ni dirección, desaparece también todo tiempo justo o bueno”.

Byung-Chul Han

Por favor, cierra los ojos

 

Un cierto día, la mujer optó por no salir más al mundo. Se encerró en su casa dispuesta a no hablar, a no salpicar el techo con palabras. Así, urdió un interminable juego con una soga que anudó y desanudó, firme como su inquietud, pero tan dócil. Adiestrada y mansa, la soga acarició sus manos y luego las piernas, subió y subió hasta que la mujer cerró los ojos y añoró, en la crispadura del silencio, volver a la imperfección: le habló a la soga. “Ven a mi cuello”, le ordenó, “y tensa mi dolor hasta acabar con él”. 

 

LA SUCIA ESPERANZA

“Aún me queda una sucia esperanza. Cuento, a pesar mío, con una solución de continuidad del instinto: lo equivalente, en la vida del corazón, al acto del distraído que se equivoca de nombres y de puertas”.

Marguerite Yourcenar

“Antígona o la elección”, en Fuegos

 

Como si el retorno a la cotidianidad fuese un remanso en el pedregal de la vida, vueltos los ojos hacia el interior de la mirada; como si no bastara mi amor por ti, ciega ya, tanteando las verdades y las mentiras y los modos de recordarte y atraerte hacia la palabra que entona esa sucia esperanza; abatida, entonces, suelto amarras y te libero, cuerpo mío.

 

SERRANÍAS

En aquellas cumbres, en aquellos humedales, en las colas de zorro y en el diente de león soplado por el viento, en cada piedra de río dejo mi huella de sangre, abandono el rastro, la madeja deshilada, y guardo tus ojos en el avellano, cada una de tus palabras conservo, aquí, en mi corazón que sigue latiendo en las semillas, en cada sauce libero mi historia, porque me mataron con mil cuchillos corvos, dejándome caer al precipicio, entrego mis manos atadas al ciprés y al mañío, al silencio de las serranías.

 

LO QUE NOS QUEDA

A Nélida Cañas

 

Los atardeceres del silencio, los cerros recortados contra el viento, tu amor y el mío, que no es nuestro, que no significa posesión, sino un vuelo. La mariposa que sucumbe en la mano del leproso, los charcos donde
juegan las ranas, un tatuaje en el antebrazo, una herida en la cabeza, una destrucción convertida en polvo blanco, arena, desierto, piedra caliza, ceniza de volcán. El árbol más viejo y las semillas en el delantal de una muchacha. Tu rabia y mi insistencia. La recuperación de seres queridos. El lastimero aullido de los coyotes. La brújula. Eso que ya perdimos.

 

EL COLECCIONISTA DE GRILLOS

El poeta sobrevivió a varias guerras y exterminios, cabalgó por las interminables llanuras del hambre y bebió el agua de ríos donde corría la traición. Escribió en papeles manchados, en tablas y cartones. Anotó el mundo entero, ése que sus ojos no se atrevían a mirar. Pero, bastaron los grillos para sacarlo del insomnio. Los fue juntando y les fabricó un pequeño paraíso de ramas y hojas tiernas en una caja donde antes almacenaba el amor. Los grillos, sin motivo alguno para marcar territorio, guardaron silencio.

 

Lilian Elphick (Santiago de Chile). Es Licenciada en Literatura por la Universidad de Chile; directora de talleres literarios desde 1990 y editora general de la revista digital Brevilla, dedicada a la minificción. Durante doce años fue editora del portal Letras de Chile.

Ha publicado tres libros de cuentos y nueve de minificción, entre los cuales están Bellas de sangre contraria (Chile, 2009. Premio Mejores Obras Literarias, Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Santiago de Chile, 2010); El crujido de la seda (España, 2016); Capilar (Chile, 2018. Libro seleccionado por el Programa de Adquisición de Libros del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Chile, 2019); Fuera de tiempo (Edición en papel de Eutôpia Ediciones, Chile, 2022. Edición digital de BGR, España, 2022, en Amazon Kindle); Animalia, Primer Premio del Certamen Internacional de Libros de Microficciones «Manuel Peyrou», Argentina, 2023.

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