Voces de Colombia

Cinco poemas de Lilian Silva

Lilian Silva, autora del poemario Círculo de los ojos tristes

Presentamos a continuación una selección de poemas del libro Círculo de los ojos tristes, de la colombiana Lilian Silva.

PLEGARIA

 

En el humo de las grandes chimeneas se alza mi padre al cielo.

Y tantas veces vi su rostro contemplando el horizonte

atando caracoles a las sombras del mar de la tierra para mí.

Triza la tormenta como pez de fuego.

Háblale al tiempo de tus visiones.

Párteles el cráneo a los dioses con tu risa de niño.

Recuérdame cada día que no estás muerto.

 

Haz temblar los tambores del silencio.

Pídele a tu Dios un par de estrellas para esta angustia.

Padre, mi mano sigue pequeña para tu amor.

En el camino he soltado mis cabellos como me lo pediste

y he dado tumbos por ciega ante las bestias.

Violenta como tierna, he descendido a la noche.

Te he desobedecido, y te he nombrado. 

Padre, el tedio se ha extendido sobre el asfalto.

Y los hospitales siguen matando ancianos

los suspenden como barcos, los pudren.

Padre, he conocido nuevos árboles

y hay voces pequeñas que chillan

no sé si sean pájaros

tal vez solo sean mis plegarias.

 

Padre, tu cuerpo danza sobre la ciudad al despedirse.

Hay una procesión de ausencias, y estoy cansada.

En la oscura muerte del mundo, las voces de los hombres.

Hay algo que se expande sin control

es la enfermedad, es el miedo.

 

 

TE HABLÉ DEL VIAJE

 

Te nombré el lugar

Partí de casa entendiendo que se dejan trozos de uno mismo

Que la bitácora no soporta los recuerdos

Aun así, como los niños de aquel cuento,

                                                                 dejé migajas de mí misma

                                                                 a medida que avanzó el tren…

Tan deprisa las estaciones que nunca conocí

paso el verano mirando la ventana con ojos de pez

se detuvo el otoño en el rostro de aquella hoja amarilla que cayó sobre los rieles

y el invierno tembló en los ramales

Te hable del viaje,

la novia del maquinista exhibía la danza inmóvil del vapor en sus ojos.

 

A la orilla de camino todas las flores dicen adiós.

 

 

TODO LO QUE AMO se vuelve efímero

Todo lo que amo, muere

Quizás como los pájaros debo apreciar mejor el paisaje desde el vuelo

                                                                                                                                    Y no el nido.

Siempre volar será mejor acrobacia que sujetar la rama que se rompe.

 

Todo lo que amo se desvanece.

Todo lo que amo lo he matado con mis propias manos.

No se cantar como los pájaros.

No se cantar como las sirenas.

Balbuceo caricias

y rasgo adioses

Nunca me despido del todo

siempre arrojo el fantasma sobre los distintos colores de la sangre.


EN LA CORONA que me pusiste vertí la ceniza de un cigarrillo

Sí, me habían prohibido fumar

Me habían prohibido engordar

Hablar de más,

                         (toda palabra de más es irrespeto me dijeron)

                          Toda copa de más es tu infierno

No escribas, no llores.

No escuches eso.

No sientas.

No lo veas.

A todos los sí, dije NO

Me prohibieron tanto y todo rompí

aun a ciegas como la gallina del juego me dejé la venda

y seguí el juego hasta caer la noche y no encontrar a nadie

              Todo amor de más es sobra

              Toda espera está de más. 

 

 

NO HABÍA afán por morir

sin embargo, había muerto tantas veces

había sostenido la lluvia entre el puño

había puesto mis dedos sobre la piel del lobo mientras me mordía

no era una niña, tampoco una mujer adulta

no sé qué era

aun así, había doblado mis rodillas en el aire

ante los gemidos de un ángel sordo

había sido difunta en la suciedad de las promesas.

 

 Lilian Silva. Bogotá (Colombia). De oficio, lectora; de profesión, promotora de lectura y escritura y gestora cultural. Es fundadora del colectivo Las Desobedientes", con el cual desarrolla actividades de divulgación de lectura y creación literaria en espacios no convencionales, como cárceles, hospitales y hogares geriátricos. Es asimismo fundadora del cineclub La Caja de Pandora. Premio a la mejor crónica Rock al Parque 2016. Su primer poemario, Círculo de los ojos tristes, fue publicado por la editorial independiente Sol Negro en 2017 e ilustrado por el artista argentino Santiago Caruso. Poemas suyos han sido publicados en revistas y antologías literarias de Argentina, Colombia, Chile, Estados Unidos, Italia y México.

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